"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

viernes, 24 de marzo de 2017

NUESTRO CEREBRO FRENTE AL ORDENADOR:

NUESTRO CEREBRO FRENTE AL ORDENADOR:
El modelo de nuestro cerebro, similar a un ordenador, tiene mayor validez que igualarlo a una central telefónica, porque en ésta hay conmutación de mensajes (intercambio de información), mientras que en el ordenador se manifiesta un proceso de información.
El cerebro dispone de programas mediante las cuales pude procesar la información que le llega a través de las vías aferentes (entrada) y manifestar los resultados de las operaciones en forma de respuestas (salida).
El cerebro también puede, como los ordenadores, almacenar datos y recuperarlos cuando se desea, pero también hay profundas diferencias entre ambos. Entre las diferencias vamos a reseñar algunas de las más importantes, añadiendo algún comentario:
El cerebro opera sobre principios químicos, mientras que los ordenadores lo hacen sobre principios eléctricos. En realidad este punto es tan obvio que no necesita más comentarios. Si acaso decir que, en la naturaleza, los principios químicos son, en el fondo, fenómenos físicos.
El cerebro opera en paralelo, mientras los ordenadores lo hacen en forma secuencial. Y, aquí, cabe añadir que también los ordenadores pueden operar en la modalidad de multiproceso, tratando información procedente de diferentes aplicaciones simultáneamente y en paralelo, llevando a cabo diversas operaciones sincrónicamente dentro de una misma aplicación. Todo depende de la estructura o configuración del sistema de información (terminología que incluye a los ordenadores como parte integrante del mismo).
Nuestro cerebro recibe entradas de información de hasta 106 receptores sensoriales, mientras que el ordenador sólo puede tratar una entrada en un momento determinado. En realidad, con una configuración muy potente de ordenadores, se puede manejar muchos miles de sensores,y con una configuración más o menos gigantesca, aunque no fuera rentable y nadie se interesara en ella, también se podría tratar simultáneamente los 106 sensores. Otra cosa muy distinta es que el tratamiento pudiera proporcionar una información tan maravillosa e inigualable como la que proporciona el cerebro.
Y, aquí, sí que la organización de los sistemas de información formados por ordenadores es más pobre que la del cerebro, pues los microordenadores con los que está formado el cerebro son neuronas. Y, en este caso, no es imaginable, ni teóricamente, una red de 1.010 microordenadores. Porque una importante característica del sistema nervioso es su estructura jerárquica.
El cerebro está formado por una serie de niveles de diferente origen filogenético, cada uno controlando a los del nivel inferior y siendo controlado por los superiores.


César R. Docampo.

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